» Vida nueva »
( A New Leaf )
aparecido en la revista Saturday Evening Post (4 julio 1931)
Francis Scott Fitzgerald
(Cuentos 2 – pp.471 a 495)
El Saturday Evening Post que era el que le publicó más relatos a Scott durante su vida, le recomendó que no fuera demasiado deprimente porque el público después de Crack del 29 necesitaba evadirse. Además era el número del 4 de julio. Supongo que el escritor pasó de recomendaciones.
París, un agradable día de otoño. Dos americanos de paso: Julia y su admirador Phil están sentados en una terraza cuando ven a Dick, un hombre que enseguida causa la fascinación de Julia porque es muy guapo y de maneras distinguidas. Phil que lo conoce, le advierte de la malísima reputación de Dick como borrracho y broncas, pero como suele ocurrir ello solo aumenta la curiosidad de la chica. Phil se se obligado a presentarlos.
Dick y Julia se van viendo. En unas ocasiones más afortunadas que otras. De la total seducción a la presentación más indecorosa. Julia tiene grandes dudas, pero Dick le promete que se reformará: incluso tiene la fecha. Ella le promete que si sigue sobrio se casará con él. Antes Julia debe marcharse una pequeña temporada, que servirá incluso como señal de que puede quedarse solo.
Cuando vuelve Julia, el propio Dick le cuenta que ha tenido una aventura con otra chica. Sin querer, sin poder evitarlo. Hay que entender que lo que hace Dick es irse apoyando moralmente en cualquier chica que le rinda admiración y comprensión, más que buscar aventuras sentimentales o sexuales. Julia se da cuenta de que a Dick tanto le da una mujer que otra. Que ella no es especial. Que solo necesita alguien a su lado que lo apoye. Julia necesita replantearse las cosas. Mientras Dick alega un viaje a Londres.
Al cabo de cierto tiempo Julia se encuentra de nuevo junto a Phil, ahora ya son novios comprometidos. Dick desapareció del barco a Londres y está muerto. Julia le comenta a su prometido que está segura que Dick al final se reformó y dejó de beber. Phil prefiere no contarle que Dick nunca superó sus adiciones y que seguía bebiendo al caer o suicidarse desde el barco.
«(Dick) descubrí que con unas copas me volvía más expansivo, me convertía en alguien que tenía la habilidad de gustarle a la gente, y la idea me trastornó. Entonces empecé a beber mucho para animarme y que todo el mundo pensara que yo era maravilloso. Me emborrachaba continuamente y me peleé con casi todos mis amigos…»