Corto viaje a casa (1927), F.S. Fitzgerald

«Corto viaje a casa»

( A Short Trip Home )

relato aparecido en la revista Saturday Evening Post (diciembre 1927)

Francis Scott Fitzgerald

(Cuentos 1 – pp. 777 a 811)

El narrador, Eddie Stinson, es un joven que va a la universidad y está pasando las vacaciones de invierno en Saint Paul (Minnesota) al igual que otros estudiantes de su edad. Inviernos de nieve y frío que a pesar de ello son vigorizantes. Eddie y unos amigos van a buscar a unas chicas para ir a una fiesta. Una de las múltiples fiestas que se darán esos días. Hay una chica Ellen Baker que resulta especial para Eddie, aunque parece que hay otro muchacho con más posibilidades que él.

Todos se dan cuenta que Ellen tiene un corportamiento extraño, huidizo. La buscan y la encuentran con un sujeto malcarado que solo puede ser un delincuente. El extraño se enfrenta a uno de ellos y lo hiere. Se llevan a Ellen y quieren creer que ha sido un malentendido, pero Eddie no está tranquilo, la chica parece absorbida por el extraño. Cuando Ellen regresa a su colegio, Eddie teme por ella y la sigue en tren. Allí descubrirá que el extraño es en realidad un fantasma maligno, un hombre asesinado seguramente en un tren y que ha poseído la voluntad de la chica. El muchacho se enfrenta a ese ser y logra que los deje en paz.

Todo esta aventura ha intensificado su relación de confianza con Ellen y el futuro se presenta más esperanzador.

Se trata de un relato de fantasmas clásico, pero de ambientación realista y actual. Como refiriéndose a lo malvado que acecha. A la revista Saturday no le agradaba el tema, pero lo publicó por su calidad literaria.

Como relato es un poco flojo, pero se salva gracias a escritura y las descripciones evocadoras de la ciudad de Saint Paul, Chicago y el tren:  su ambiente, lugares y tipos:

» Ya he dicho que estaba nevando, y eran las cuatro de una tarde de diciembre, cuando hay una promesa de oscuridad en el aire y las farolas empiezan a encenderse. Pasaba ante una especie de billares y restaurantes mezclados, con un hornillo lleno de perritos calientes en el escaparate… «

» It was snowing, I said, and it was four o’clock on a December afternoon, when there is a promise of darkness in the air and the street lamps are just going on.  I passed a combination pool parlor and restaurant, with a stove loaded with hot-dogs in the window… «

Rags Martin-Jones y el Pr-nce of W-les (1926), F.S. Fitzgerald

» Rags Martin-Jones y el Pr-nce of W-les «

( Rags Martin-Jones and the Pr-nce of W-les )

relato aparecido en la revista McCall’s (julio 1926)

Francis Scott Fitzgerald

(Cuentos 1 – pp. 571 a 601)

Rags Martin-Jones es la única descendiente de la fortuna de los Martin-Jones, lamentablemente fallecidos junto al Titanic. Después de cinco años dando vueltas por el mundo satisfaciendo todos sus caprichos llega en buque a Nueva York con un séquito que parecen los ballets rusos de Diaghilev.

En el muelle la está esperando su enamorado John M. Chestnut al que ella misma ha convocado para que la espere, pero al que trata como a un trapo. John que la conoció con dieciséis años y quedó seducido desde entonces, ha mantenido su amor en conserva durante un lustro y no está dispuesto a claudicar tan fácilmente. Hace lo imposible para hacerse notar y quedar con ella más tarde en el hotel.

John sabe que Rags es una chica que ya ha corrido mucho y no se impresiona con nada, así que deberá esforzarse al máximo para lograr su atención: le propone una salida nocturna en la que estará presente el Principe de Gales, de incógnito es ese momento en Nueva York. Es cierto que eso sí que logra impresionarla. Así que salen de fiesta… donde sucederán aventuras para el gusto del público lector (*).

(*) en este caso no cuento el final porque tiene cierto suspense que debe mantenerse para lograr el efecto buscado por el autor.

nota:
foto de la portada: la actriz Lili Damita (Francia 1904-1994 Florida, USA)

Domingo loco (1932), F. Scott Fitzgerald

» Domingo loco »

( Crazy Sunday )

relato aparecido en la revista American Mercury (oct. 1932)

Francis Scott Fitzgerald

(Cuentos 2 – pp. 605 a 637)

Scott Fitzgerald fue llamado por primera vez en 1931 para ir Hollywood. Fue la MGM y para escribir el guion de una cinta que se llamaría «La pelirroja». No se rodó. Por lo que se sintió decepcionado y presto a hablar mal de su experiencia, ya que todavía era alguien importante y podía ser desdeñoso. Años más tarde, lo volvieron a llamar con idéntico mal resultado: casi no se aprovechó nada de lo que escribió, pero su situación era radicalmente distinta y peor.

Este primer contacto duró varios meses y pudo conocer al productor Irving Thalberg (fallecido el 1936) que le sirvió de puntal para su libro «El último magnate«. La segunda ocasión duró tres años, hasta que falleció.

Este cuento, y es importante tenerlo en cuenta, pertenece a la primera impresión de ese «loco mundo de Hollywood».

Los domingos en Hollywood. Todo el mundo descansa aparentemente. El punto de vista es el de un guionista: Joel Coles, 28 años, todavía naíf en el ambiente. Está bien considerado y trabaja sin descanso en escenas y secuencias con la esperanza de triunfar en el medio.

Lo invitan a una fiesta dominguera hollywoodiense de alto nivel. Joel se propone no beber para no hacer o decir inconveniencias. El ambiente es bastante falso y propenso a las intrigas y cotilleos. Por casualidad la anfitriona le presta atención, más que nada para compensar las desatenciones de su marido. Joel se siente halagado, pero también se sabe una pieza en el tablero.

La historia transcurre en un tira y afloja de relaciones fingidas, de comportamientos de escaparate, de emociones sobreactuadas, de hipocresía, etc. que hace de las personas convertidas en personajes vayan de aquí para allá como si fueran resortes descontrolados.

Al final, Fitzgerald nos ofrece una conclusión de compromiso que está de acuerdo con ese tono general de opereta cinematográfica, como si lo que interpretarán los personajes, se lo creyeran. Como si la película fuera verdad, aunque no es más que una farsa de teléfonos blancos y vestidos de satén propia de su época.

(*) fotograma de la película «Cena a las ocho» (Dinner at Eight, 1933) de George Cukor .