Ansia de amor, La vida de F. Scott Fitzgerald, Scott Donaldson

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La vida de F. Scott Fitzgerald

( Fool for Love, F. Scott Fitzgerald, 1983 )

Scott Donaldson (Minneapolis, 1928-)

Ed. Montesinos 1987, 291 pp.

 

Donaldson es un reputado especialista en biografías de autores estadounidenses del siglo XX. Tiene unas magníficas credenciales. Explica que recibió una subvención para realizar este trabajo y que le ocupó cinco años. Tuvo acceso a todo el material disponible, así como la posibilidad de entrevistar a personas todavía vivas que habían conocido a Fitzgerald.

Es por todo ello que no me explico cómo esta biografía es tan mala. Tan descuidada, tan poco matizada, o quizá… mal traducida.

Voy a tratar de explicarlo: Donaldson accede a una inmensa cantidad de datos. Muchos de ellos no están disponibles para el gran público: todas las cartas, los cuadernos y notas del autor, aparte de la obra y las entrevistas. Como cualquier estudioso de un tema es muy difícil sustraerse a las simpatías personales hacia unas u otras personas. Aunque en el caso de los profesionales debería ser obligatorio.

Es importante tener en cuenta que aunque el material sea por escrito no necesariamente corresponde a una verdad incuestionable. La gente miente, incluso a sí misma. Se justifica, se disfraza, se inventa, se imagina. Sobre todo las personas desequilibradas o artistas. Hoy dicen una cosa, mañana otra. Hoy les parece blanco y mañana negro. Se dejan llevar por su emociones más superficiales y más profundas. Es por ello que en estos casos hay que contrastar mucho los datos y las informaciones para tener una visión de conjunto un poquito clara.

Esta biografía está dedicada principalmente a los hechos de tipo personal: vida privada del autor. Se nos ofrecen bastantes datos, es cierto que según para que público pueden ser de utilidad, después de espigarlos con cuidado. Sin embargo, la forma de explicarlo y de organizar el material es confuso y desordenado. Con elementos muy disparatados, desde mi punto de vista. Por ejemplo:

  • Donaldson da mucha importancia a supuestas relaciones sexuales de las que no tiene constancia y que yo dudo existieran. Dice que Zelda y Scott habrían consumado antes de casarse y que ella era de cascos ligeros. En absoluto creo que fuera de esa forma. Zelda era una chica del sur, muy joven (menor de edad) e hija de un juez. No creo que nadie se atreviera a meterse en líos con un embarazo inoportuno.
  • También nos cuenta que Zelda estaba embarazada al casarse (¿?), pero tarda un año y medio en tener a la niña.
  • Nos dice también que Scott le recomendó «unas pastillas para abortar» a su mujer (1). No creo que en 1920 hubieran «pastillas» que solucionaran el problema: ni Scott estaba en posesión de conocimientos médicos de ninguna clase, ni conocía a médicos, ni tales pastillas como abortivo seguro (con semanas de embarazo, no el día después) podían existir.
  • Donaldson apoya su idea de que la madre de Scott era una arpía en una foto elegida con mala idea (en la que está peor) y en una carta a su editor Max Perkins en la que habla mal de sus padres (los dos) y los trata de anormales (2). Esta carta la he leído y está inmersa en un conjunto de comentarios grotescos, desmesurados, carnavalescos, fruto quizá de la bebida o de querer ser gracioso. No puede tomarse al pie de la letra. Cuando, además, he podido leer otra carta (3) dirigida a su madre en la que le habla en términos más cariñosos y le pide que le cite unos versos al padre.
    Lo que me lleva a preguntarme ¿por qué no hay ninguna carta al padre? (por lo menos en la selección que yo tengo). ¿Por qué no le citó a su padre los versos en una carta dirigida a él, sino a la madre? y por cierto: sigue el misterio de su hermana pequeña Annabel ¿por qué no se la cita nunca? ¿murió joven?
  • Ya en los años treinta y con Zelda internada nos hace desfilar a una cantidad incesante de supuestas amantes y presupone algunas cosas probables y otras mucho menos.
  • etc.

Donaldson, como cualquier aficionado (como yo) se deja llevar en exceso por sus simpatías personales y sus juicios a priori, lo cual no me parece para nada adecuado en una biografía seria. Se aferra a algunos párrafos o palabras que confirman sus presuposiciones y no deja que los contrastes maticen el conjunto.

Yo misma le tengo manía a Sheila Graham porque creo que se aprovechó en exceso a posteriori de su relación con Scott, así como, me resulta imposible simpatizar con pseudo periodistas dedidados a los chismes y cotilleos que viven de hacer daño a los demás como profesión. Podría citar ejemplos de ese tipo de personas, pero muy pronto quedan en el olvido y no merece la pena nombrarlas.

Es una lástima que Donaldson no haya profundizado más en temas de análisis literario, porque cuando lo hace es interesante, sino que se ha dejado llevar por el torbellino de posibles relaciones sentimentales femeninas del autor con las que especula excesivamente y en cambio, casi no nos dice nada de sus amistades masculinas o no sentimentales: Max Perkins, Hemingway, los Murphy, G. Stein, etc. Por no decir que quedan muchísimos temas por aclarar o definir.

En definitiva, es una biografía que no me ha gustado en absoluto. No porque deje mal a Scott y a Zelda, aunque peor a Scott, sino porque está mal hecha o mal traducida. Por ejemplo ¿este dato es correcto, una errata, mal traducido? El libro tampoco adjunta un necesario índice general y/u onomástico.

«Scott consultó con EDGAR ALLAN POE, su abogado de Baltimore, sobre su posible divorcio con Zelda» (pág. 125)

¿El abogado se llamaba igual que el famoso escritor?

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(1) por extraño que nos pueda parecer ahora, sí que es cierto que existían unas «pastillas» para abortar en las que muchos ingenuos creían como lo hacían en los crecepelos.
(2) carta fecha 20-2-1926 (la mitad de la carta es normal, la otra mitad está escrita o bien, horas más tarde borracho, o algo así)
(3) carta fecha junio 1930 : Querida madre: […] Dile a padre que visité los «siete pilares de moho gótico en las hondas y viejas mazmorras de Chillón» (*) […] Gracias por el Chesterton (**). Con amor, Scott.
(*) Lord Byron
(**) G.K. Chesterton (1874-1936) popular escritor inglés convertido al catolicismo en 1922.